La estatal Enarsa notificó a YPF que la releva en su rol de intermediario para la compra de gas importado. La petrolera controlada por el Gobierno argentino venía cobrando una comisión para realizar esa tarea, que se explicaba por una decisión política: el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, quería controlar lo que compraba Julio De Vido, a cargo de Planificación. Enarsa dejará de pagarle a YPF una comisión que, este año, será cercana a los 50 millones de dólares. El 51% de la petrolera es del Estado, pero el 49% está en manos de privados. De esta forma, los accionistas no estatales terminaban obteniendo un rédito con fondos públicos. Se trata de licitaciones que la actual conducción de Enarsa considera que puede hacer por su cuenta, sin recurrir a YPF. La importación de gas importado, que movió decenas de miles de millones de dólares en el kirchnerismo, comenzó tras el impulso de Julio De Vido. El ministro está siendo investigado por el juez federal Claudio Bonadio por esa maniobra. Una de las operaciones que está bajo sospecha fue realizada con Roberto Dromi, también ex ministro de Obras Públicas del menemismo. Este último actúo como «intermediario» y asesor de una empresa española en las importaciones. El ex ministro Kicillof quiso supervisar el proceso y le encomendó a YPF que se encargara de las licitaciones, aunque el que pagaba era Enarsa. Lo que vino después fue una serie de acusaciones públicas entre Dromi y Miguel Galuccio, ex titular de YPF, sobre la transparencia de las importaciones. Bonadío allanó YPF en búsqueda de documentación sobre la operatoria. Fuente: Clarín.
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