La provincia de San Juan espera con entusiasmo la aprobación de proyectos bajo el RIGI, una herramienta clave para la minería local. Sin embargo, retrasos en la interpretación de la ley y en la documentación están generando cuellos de botella que afectan inversiones cruciales, como Gualcamayo y Los Azules.
San Juan se encuentra en vilo ante la demora en la aprobación de proyectos bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), una iniciativa impulsada con fuerza por el gobierno de Marcelo Orrego y apoyada por los legisladores orreguistas en el Senado. Aunque la provincia ha manifestado su adhesión y las expectativas por atraer capitales son altas, la letra chica del régimen está generando un cuello de botella que retrasa inversiones clave para la actividad minera, particularmente en los casos de Gualcamayo y Los Azules.
El senador nacional por San Juan, Bruno Olivera, explicó que la demora se debe a la interpretación de la ley. “Hablé con José Rolandi (vicejefe de Gabinete de Milei) y me dijo que Gualcamayo no es un proyecto nuevo, sino una extensión de la vida útil, y todavía está en debate si puede integrarse en el régimen o solo para proyectos nuevos. Por eso la demora y la necesidad de presentar documentación adicional”, detalló Olivera. Agregó que, aunque confía en que pronto se resolverá, esta situación no afecta solo a proyectos de San Juan, sino también a otros en diferentes regiones.
El ministro de Minería de San Juan, Juan Pablo Perea, ratificó esta información y expresó que la situación está en análisis por parte de Nación. “El proceso todavía está en revisión y solicitud de requerimientos. En el caso de Gualcamayo, ya está un poco más avanzado”, afirmó. Según Perea, el debate central radica en la interpretación de la ley: si la prolongación de la vida útil de una mina puede considerarse una ampliación de capacidad, lo cual no está explícitamente mencionado, pero es asimilable al concepto de ampliación en otros sectores.
Perea destacó que en San Juan existe una visión clara: “prolongar la vida útil de un yacimiento equivale a ampliar su capacidad. Esto es fundamental para que las inversiones sean rentables bajo el RIGI, ya que muchas no se realizarían sin estos incentivos, y de no aprovecharse, el mineral quedaría sin explotar por su baja ley y rentabilidad negativa”.
La interpretación del régimen resulta crucial para la provincia, que busca garantizar la continuidad de la producción, el empleo y el desarrollo regional. “Desde San Juan respaldamos esta interpretación, como también lo hizo CAEM, la Cámara Argentina de Empresas Mineras, para que se contemple en el régimen. Es fundamental para cuidar las fuentes laborales y extender el horizonte de actividad en nuestras comunidades”, afirmó Perea.
El ministro añadió que la minería no solo es una fuente importante de ingresos para San Juan, sino que también contribuye al desarrollo de infraestructura y empleo. Además, expresó optimismo ante la posible presentación de nuevas solicitudes bajo el RIGI por parte de empresas como Barrick, para Veladero, y Vicuña, subrayando la relevancia de la normativa para el presente y futuro del sector minero en la provincia.
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