Un análisis reciente revela que la minería ilegal en Colombia podría estar alcanzando cifras alarmantes, con una estimación de aproximadamente 210 toneladas de oro no trazado y sin permisos, lo que representa cerca del 75% de la explotación aurífera total del país. Esta cifra, si se considera el valor internacional del oro, equivale a más de 22 mil millones de dólares, una suma que podría financiar varias reformas tributarias y representar casi el 20% del presupuesto nacional para 2025.
Según datos de fuentes oficiales, en el último año Colombia extrajo legalmente alrededor de 70 toneladas de oro, todas bajo permisos y con trazabilidad. Sin embargo, las estimaciones indican que la minería ilegal podría estar extrayendo 3 veces esa cantidad, lo que colocaría a Colombia en el cuarto puesto mundial en producción de oro, solo por detrás de China, Australia y Rusia.
El valor de estas 210 toneladas de oro, calculado a precios internacionales, supera los US$106 millones por tonelada. Con una tasa de cambio de $4.106 por dólar, esto se traduce en un monto superior a los 91 billones de pesos colombianos, recursos que, si se lograra reducir la minería ilegal, podrían fortalecer significativamente las finanzas públicas y contribuir a reducir las desigualdades sociales.
Expertos y organismos de control en Colombia advierten que la persistencia de este escenario favorece a actores ilegales y fomenta el desorden en las zonas mineras, generando pasivos ambientales que en muchos casos serán responsabilidad de las empresas legalmente autorizadas y del Estado.
Las autoridades nacionales han reiterado su compromiso de fortalecer los controles y sanciones para disminuir la magnitud de la minería ilícita. Sin embargo, expertos señalan que se requiere mayor voluntad política y recursos para atacar de raíz esta problemática que afecta no solo la economía, sino también el medio ambiente y las comunidades locales.
La lucha contra la minería ilegal es fundamental para que los recursos del oro sirvan como herramienta para reducir desigualdades y promover un desarrollo sostenible en Colombia, asegurando que la riqueza del subsuelo beneficie a todos los colombianos y las futuras generaciones.
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