La Universidad de Córdoba forma parte de un consorcio internacional que desarrolla baterías de iones de sodio, una alternativa más abundante y ética al litio y cobalto, con potencial para revolucionar el almacenamiento energético y reducir la dependencia de materiales críticos.
La Universidad de Córdoba (UCO) participa en un consorcio internacional para avanzar en el desarrollo de baterías de iones de sodio, consideradas una alternativa más sostenible y abundante a las tradicionales baterías de litio. Este proyecto, financiado por la convocatoria europea M-era.net y la Agencia Estatal de Investigación española, cuenta con la colaboración de grupos de investigación de España, Bulgaria y Turquía.
Según explicó el catedrático José Luis Tirado, participante en el proyecto, el sodio es mucho más abundante que el litio y está distribuido de manera más equilibrada en todo el mundo. Mientras que el litio se concentra en regiones como Bolivia, Argentina y Chile, cuya extracción genera problemas geopolíticos, el sodio se encuentra en grandes cantidades en muchas partes, lo que lo hace una opción más ética y accesible.
Las baterías convencionales de litio utilizan cátodos con óxidos de litio y cobalto, materiales que enfrentan desafíos por su escasez y por problemas éticos en su extracción. Frente a esto, las baterías de sodio ofrecen una alternativa más sostenible, aunque presentan limitaciones en voltaje y capacidad. La UCO trabaja en mejorar estos aspectos, centrándose en aumentar la estabilidad del cátodo y su voltaje de trabajo, con la intención de que puedan coexistir con las baterías de litio en ciertas aplicaciones.
Aunque las baterías de sodio son más pesadas y menos idóneas para aplicaciones como vehículos eléctricos, podrían ser ideales para almacenamiento estacionario de energías renovables, como solar y eólica, ayudando a gestionar su intermitencia y facilitar una transición energética más sostenible. Además, su adaptación a nivel industrial sería relativamente sencilla, requiriendo solo cambios moderados en la infraestructura existente.
Para mejorar el rendimiento de estas baterías, el grupo de la UCO desarrolla recubrimientos específicos para las partículas del cátodo, protegiéndolas del deterioro y permitiendo mayor número de ciclos de carga. Han trabajado con óxidos laminares y fosfatos de vanadio, logrando aumentar el voltaje de trabajo mediante sustitución parcial de elementos como hierro o aluminio, acercándose a la densidad energética del litio.
Este enfoque innovador ha sido reconocido como una línea de investigación con gran potencial, respaldada por proyectos en países como Alemania y destacada en la revista Science, que afirma que las baterías de sodio podrían jugar un papel clave en la economía verde del futuro. La UCO continúa perfeccionando estos materiales, con el objetivo de acercarse cada vez más a las prestaciones de las baterías de litio, pero con ventajas en sostenibilidad y disponibilidad de recursos.