Especulación crece sobre sucesor de Mark Bristow como CEO de Barrick Mining

La incertidumbre aumenta en torno a quién sucederá a Mark Bristow como director ejecutivo de Barrick Mining, la tercera minera de oro más grande del mundo. Después de seis años en el cargo, Bristow confirmó que permanecerá en su puesto hasta 2028, pero reveló que la junta directiva ya participa activamente en el proceso de sucesión.

Barrick está intensificando sus esfuerzos para identificar un sucesor, en un momento en que la compañía busca consolidar su liderazgo durante una fase de crecimiento y expansión. Bristow informó al Financial Times que “hay participación de la junta directiva en el proceso”, y que los esfuerzos de planificación de la sucesión se han vuelto “más formales ahora”.

En el primer trimestre de 2025, Barrick, anteriormente conocida como Barrick Gold, reportó ganancias netas de 474 millones de dólares, un incremento del 60% respecto al mismo período del año anterior, impulsado por los precios récord del oro. A los 66 años, Bristow ha destacado su compromiso de mantenerse en la compañía hasta 2028, con el objetivo de supervisar proyectos como la construcción de la mina de cobre y oro Reko Diq en Pakistán, una inversión de 9.000 millones de dólares financiada en parte por la Corporación Financiera Internacional, el Banco Asiático de Desarrollo y otros prestamistas.

Este ambicioso proyecto incluye infraestructura ferroviaria, portuaria y la propia mina, que busca fortalecer la posición de Barrick en mercados emergentes. La compañía continúa avanzando en sus planes, a pesar de que la financiación del fondo Manara de Arabia Saudí no se concretó. Bristow señaló que “las cosas han avanzado, en cierto modo”, pese a los desafíos.

La planificación de la sucesión se realiza en medio de tensiones en Mali, donde cuatro empleados de Barrick han sido detenidos en medio de una disputa con las autoridades militares locales. Bristow describió su encarcelamiento, que duró casi seis meses, como una “violación de los derechos humanos”. La mina Loulo-Gounkoto de Barrick ha estado cerrada desde enero debido al conflicto, afectando la situación financiera de la empresa y a los proveedores locales.

El gobierno de Malí y Barrick aún no alcanzan un acuerdo sobre un nuevo código minero aprobado en 2023, que busca incrementar los ingresos del Estado por concesiones mineras, en contraste con otros países donde las empresas occidentales ya han llegado a acuerdos similares. La sucesión del CEO de Barrick se presenta como un momento clave para la compañía en un contexto de desafíos geopolíticos y de mercado.

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