La mina Casposo, operada por Austral Gold, reactivó su producción de oro, realiza exportaciones y avanza en su transición a minería a cielo abierto, además de prepararse para procesar mineral de Hualilán en 2026.
Después de seis años, la mina Casposo volvió a producir oro, marcando un hito para Austral Gold. La compañía informó en sus resultados operativos trimestrales que, tras completar la fase de puesta en marcha de la planta, produjo 232 onzas equivalentes de oro (GEO) en forma de doré, de las cuales 185 GEO fueron vendidas a un precio de US$3.857 por GEO, generando ingresos por US$714.000. La producción inicial proviene actualmente de reservas existentes en la mina calingastina.
Para el resto del año, se estima una producción de entre 4.000 y 6.000 onzas equivalentes de oro, con costos de producción (C1) y costos totales sostenidos (AISC) que oscilan entre US$1.700 y US$1.900/oz y US$1.750 y US$1.950/oz, respectivamente.
En línea con su plan de expansión, Austral Gold está negociando con un contratista local para la transición a minería a cielo abierto mediante un acuerdo de operación colaborativa, que se espera cerrar a principios de noviembre de 2025. Bajo esta modalidad, el contratista prestará servicios mineros bajo la supervisión de la compañía, facilitando una mayor eficiencia en las operaciones.
La remodelación de la planta de Casposo implicó una inversión total de US$3.1 millones en el tercer trimestre de 2025 y US$6.73 millones desde el inicio del proyecto en 2025 en Propiedad, Planta y Equipo (PPE).
Además, se espera que Challenger Gold entregue el primer mineral del Proyecto Hualilán a Casposo en el primer trimestre de 2026, según el acuerdo de procesamiento por encargo. Challenger ya reembolsó a Casposo aproximadamente US$0,45 millones por trabajos adicionales relacionados con el sistema de pesaje y la recuperación de oro y plata, con una finalización prevista para el cuarto trimestre de 2025.
En cuanto a exploración, el equipo de Geología de Casposo continúa actualizando la interpretación estructural del área de Casposo Norte, enfocándose en las fallas normales que afectan la orientación de la veta principal y los cuerpos mineralizados. También se revisaron datos de zanjas y perforaciones en la veta Aurora, generando secciones transversales y longitudinales para identificar posibles objetivos de perforación y definir nuevos recursos.
Por último, se exploró un corredor de 250 metros entre Casposo Norte y Aurora, donde se realizan mapeo y muestreo geoquímico para evaluar la mineralización de oro y plata. Aunque Aurora sigue siendo candidata para un desarrollo a cielo abierto, aún se requieren más perforaciones y estudios geológicos para avanzar en su evaluación.


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