Brasil ha puesto en marcha su carrera para convertirse en un actor clave en el mercado global de tierras raras. Con el respaldo de casi mil millones de dólares en financiamiento público, el país sudamericano busca transformar su riqueza mineral en una ventaja tanto geopolítica como económica sustentable.
Este jueves, el gobierno brasileño dará a conocer una lista de proyectos estratégicos que serán elegibles para recibir apoyo financiero del Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) y de la agencia de innovación Finep. Ambas instituciones han revisado 124 propuestas, con un valor conjunto de aproximadamente 15 mil millones de dólares, muchas de ellas centradas en la explotación de tierras raras.
Las tierras raras son elementos esenciales en la fabricación de imanes, baterías, turbinas eólicas y equipos de alta tecnología. Actualmente, China domina la producción y refinamiento de estos minerales, lo que ha generado preocupación en Estados Unidos y otras potencias, que buscan fuentes alternativas más seguras y estables por motivos de seguridad nacional.
Brasil, con el 23% de las reservas mundiales —solo por detrás de China—, se perfila como una opción estratégica en el escenario global. Sin embargo, en la actualidad, solo una empresa, Serra Verde Group, produce tierras raras a nivel comercial en el país. Otras compañías como Aclara Resources, Viridis Mining and Minerals y Meteoric Resources tienen proyectos en etapas iniciales. Aunque el financiamiento estatal puede no ser suficiente para activar todas las iniciativas, el BNDES está dispuesto a atraer socios internacionales, como la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), siempre que los proyectos incluyan componentes de refinación local.
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