Los aumentos que se vivenciaron en los surtidores desde 2012 en adelante desencadenaron en nuevos hábitos de consumo. De la carga de tanque completa se pasó a un promedio de 100 pesos; antes los automovilistas se acercaban al puesto de expendio más cercano, mientras que ahora siguen con atención los valores que marcan las pizarras; entre otras modificaciones.
Como ocurre en los supermercados, que la gente ya se resignó de las primeras marcas para abaratar el costo mensual en alimentos, en las estaciones de servicio eligen los productos más económicos, llamados tradicionales, en puntual, la nafta súper y el gasoil grado 2.
Así indicó Gonzalo Rodríguez, presidente de la Cámara de Comerciantes de Derivados de Petróleo, Gas y Afines (CAPEGA): “hay un corrimiento de la demanda hacia los productos más baratos”, precisó a Surtdiores. Por eso es que en su zona la diferencia de precios entre las distintas compañías es de apenas 40 centavos en este segmento, siendo YPF la más accesible al bolsillo.
Para los próximos tiempos se supone que habrá un crecimiento en la demanda de combustibles Premium, por los requerimientos técnicos del moderno parque automotor y de la maquinaria agrícola. En algunas provincias los productos agropecuarios son clientes de peso.
Pero también se espera mayor interés por el Gas Natural Comprimido, teniendo en cuenta que para los vehículos de gama media se tornó un negocio interesante ya que cuesta menos de la tercera parte que el litro de súper.
Sin dudas, el mercado avanza en esta dirección. De hecho, de acuerdo a datos de las cámaras empresarias casi la mitad de las estaciones que hay en el país ya disponen de surtidores de gas. Se agrega que este producto es más rentable para los operadores que los combustibles líquidos.
En cuanto al consumo, Rodríguez explica que en Tucumán “estamos como en todo el país, sufriendo inconvenientes económicos; se nota una disminución de las ventas, sobre todo de gasoil, pero ahora con la cosecha de granos y caña de azúcar, pareciera que se empezó a reactivar”.