Por primera vez en dos décadas, el consumo de nafta supera al de gasoil

Según un informe elaborado por la CECHA

En un escenario signado por un aletargado consumo de combustibles en el transporte pesado y una mayor comercialización mayorista de las petroleras, las ventas de nafta Súper se ubicaron por encima de los despachos de diesel a nivel nacional.

Nafta

Por primera vez en 20 años, la demanda de naftas es mayor que la de gasoil. Así lo indica un relevamiento que la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) realizó en todas las bocas de expendio del país.
A decir del titular de la entidad, Carlos Gold, la tendencia responde a dos motivos principales. “Por un lado, el menor ritmo de crecimiento de la demanda registrada entre los grandes usuarios de diesel; es decir, los camiones, la maquinaria pesada y el transporte. Por otro, la mayor venta mayorista de las petroleras”, puntualizó el directivo.
Si bien hay claras señales de repunte en la actividad del campo, la economía en general todavía no levanta cabeza, lo cual explica –según Gold– la menor participación del gasoil en las ventas finales de las estaciones de servicio. “La nafta Súper viene creciendo a un mayor ritmo. Habrá que esperar por una recuperación en la actividad industrial para ver cómo se configura el nuevo escenario”, apuntó.
Otro factor a considerar tiene que ver con el gradual achicamiento en la brecha de precios que separa a ambos carburantes. Debe recordarse que en 2006 el litro de gasoil común costaba casi un 24% menos que el de nafta Súper.
Hace cinco años, esa diferencia se redujo a un 16%. Y por estos días, con el litro de nafta Súper cotizado en alrededor de $ 17 y el del gasoil común en $ 15,50 (el Premium está cerca de los $ 18), el margen oscila en torno a un 9%.
Esta realidad se viene reflejando en una menor comercialización de vehículos diesel. Según la Asociación de Concesionarias de Automotores de Argentina (ACARA), hoy las ventas del segmento se limitan únicamente a las pick-ups y al transporte pesado de cargas. “El vehículo ‘gasolero’ dejó de ser una opción conveniente para las familias argentinas”, señaló Rubén Beato, secretario general de la organización.
En ese sentido, el país avanza a contramano del mundo, donde los automóviles diesel son cada vez más demandados, tanto por su mayor rendimiento como por su menor nivel de impacto negativo sobre el medio ambiente.

Distribución dispar

De acuerdo con la CECHA, en la Argentina existen 4.423 bocas de expendio de naftas, gasoil y gas natural comprimido (GNC). Dado que el país alberga actualmente casi 40,1 millones de habitantes, puede decirse que hay una estación de servicio cada 9.000 personas.
“El problema está en la distribución geográfica de éstas, que es muy dispar”, afirmó Gold.
En ese sentido, en la región de Cuyo se ve un promedio de entre 9.000 y 10.000 habitantes por establecimiento. En la extensa pero poco poblada Patagonia, ese número no llega a los 8.000. En Santa Cruz, de hecho, el valor se sitúa en 5.798. Las provincias del norte argentino, por su parte, registran un promedio mayor, con picos de hasta 16.000 personas por punto de expendio.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde más estaciones de servicio cerraron en los últimos tiempos, existe una instalación cada 14.102 porteños. En la provincia de Buenos Aires el promedio es inferior: una cada 10.003 bonaerenses.
Finalmente, entre las jurisdicciones provinciales mejor abastecidas pueden mencionarse los casos de Córdoba (con una estación de servicio cada 5.188 personas), Entre Ríos (una cada 6.120), Santa Fe (una cada 6.421) y Río Negro (una cada 6.738).  ›|‹

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