Pascua-Lama: viaje al centro del proyecto minero más grande de la Argentina

La empresa brasileña quiere incorporar un socio, en lo posible local, a la construcción de Potasio Río Colorado, al sur de Mendoza. La baja en el precio del hierro y el incremento de los costos, las causas de la decisión.

A más de 80 kilómetros de El Corral y Las Breas, las comunidades más cercanas al megaproyecto binacional que se extiende entre la frontera de Chile y San Juan, las más de 11.000 personas que trabajan en la construcción de Pascua-Lama lo hacen contrarreloj. En plena Cordillera de Los Andes, por encima de los 4.500 metros de altura, el objetivo es claro: avanzar con obras civiles estratégicas durante el verano y los primeros meses del otoño para poder trabajar “puertas adentro” cuando llegue el invierno. Es que es imposible encarar esos trabajos a la intemperie, con hasta 40 ºC bajo cero y vientos de 200 kilómetros por hora (km/h).

El Inversor Energético & Minero viajó hasta ese lugar en el mundo para relatar los últimos avances de la construcción del mayor proyecto de inversión del país. Su meta a corto plazo consiste en cerrar la estructura externa del Stockpile, el depósito de almacenaje del recurso mineral explotado en la mina, con capacidad para acopiar 300.000 toneladas (Tn). También contempla avances significativos en el montaje de la planta Marril Crowe, donde se procesará la materia prima con el fin de extraer oro y plata. “Quizás técnicamente no estamos frente a una obra tan compleja, como podría ser una planta petroquímica. Pero el desafío de trabajar en la montaña, a alturas de más de 5.000 metros, es excepcional”, señaló Dante Vargas, gerente general de Barrick en la Argentina. “El cerramiento del Stockpile, al igual que otras instalaciones centrales del proyecto, es clave para poder avanzar con el equipamiento tecnológico durante el invierno”, agregó.

A apenas 8 kilómetros de Veladero, la mayor mina de oro del país, en producción desde 2005, Pascua-Lama prevé la explotación de reservorios metalíferos que se expanden entre el Valle del Cura, en el departamento sanjuanino de Iglesia, y el Valle del Huasco, del lado chileno. El procesamiento del mineral que se extraiga a ambos lados de la frontera (un 75% de las reservas del proyecto se encuentra en Chile) se hará en territorio sanjuanino. Allí se presenta, enorme, el campamento Los Amarillos –base de operaciones del proyecto–, equipado con más de 5.300 camas, sala de juegos, gimnasio y cancha de fútbol. Sí, a más de 4.800 metros, todos los lunes se juega un torneo que reúne a equipos integrados por representantes de contratistas, empresas de servicios y proveedores.

Entre dos tierras

La construcción está en manos de la UTE entre Fluor y Techint. La mina, en la que Barrick lleva invertidos u$s 3.700 millones, producirá, en una primera etapa, 850.000 oz de oro. La minera canadiense –que en 2011 registró ganancias netas por u$s 4.670 millones– cerró 2012 con una inversión de $ 5.999 millones en el mercado local ($ 5.220 millones en Lama y $ 779 millones en Veladero), en tanto que el año entrante desembolsará $ 9.300 millones, de los cuales $ 8.700 millones los destinará a avanzar con las obras en el Valle del Cura.

En lo inmediato, los próximos pasos de Barrick –que el año pasado extrajo 960.000 oz de oro en Veladero, un 12,5% de su producción mundial– en Pascua-Lama apuntan a concretar antes de mayo, cuando finalice la temporada de verano, el cerramiento de las plantas de Stockpile donde se realizará la trituración del mineral (el techo se terminó de izar a fines de diciembre) y Merryl Crowe, que recibe ese nombre en honor a los profesionales químicos que inventaron los procesos para obtener el metal doré. También se avanzará con la construcción de una central térmica de alrededor de 30 megawatts (Mw) de potencia para garantizar el suministro de energía y se planea incrementar la capacidad del campamento Los Amarillos, que hoy está equipado con 5.300 camas.

A su vez, el túnel de 4 kilómetros en la montaña, uno de los mayores desafíos de ingeniería de la obra –que conectará la parte chilena con la argentina–, está avanzado aproximadamente en un 60%, mientras que el 90% de los materiales y equipos requeridos para la planta de procesos ya han sido comprometidos.

En Barrick admitieron que subestimaron las especificidades del proyecto, con lo cual se debió rever sobre la marcha la estrategia de construcción de la mina. Si originalmente se pensó que los equipos técnicos fuesen liderados por personal propio de la empresa –se apuntaba a consolidar grupos de trabajo que luego se encargasen de la construcción de Cerro Casale, un proyecto de oro en la región Atacama (Chile), que fue suspendido recientemente–, en septiembre del año pasado Barrick volvió sus pasos y delegó la gerencia de la iniciativa en una UTE conformada por Flour y Techint.

La extensión de los plazos –la fecha de apertura se prorrogó hasta mediados de 2014– disparó un significativo encarecimiento del proyecto. El costo final oscilará entre los u$s 8.000 y los 8.500 millones, un 40% más que los u$s 5.100 previstos hasta mediados de 2012.

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