El caso de la provincia de Santa Cruz
La producción de Cerro Vanguardia crecerá un 9% en 2013, pero Jorge Palmés, country manager de AngloGold Ashanti, advirtió que el clima político de Santa Cruz no ayuda a convocar inversiones.
La actividad en exploración, casi parada.
El que está terminando es un año complicado para Jorge Palmés, country manager de Cerro Vanguardia, el principal productor de metales de Santa Cruz, que debió lidiar con la mayor caída del precio del oro de los últimos 20 años –la onza pasó de u$s 1.900 a 1.250 para estabilizarse en torno a los
u$s 1.350–, que se replicó también en la cotización de la plata (comenzó el año en torno a los u$s 30 y hoy ronda los u$s 21).
A pesar de esa significativa retracción del mercado –que ahora parece haberse estabilizado–, el directivo de la empresa controlada por la sudafricana AngloGold Ashanti sostiene que “lo que más preocupa son las cuestiones externas a Cerro Vanguardia”.
“El principal problema es la política de la gobernación de Santa Cruz (a cargo de Daniel Peralta) que, al igual que en otras provincias, se manifiesta por una voracidad a recaudar más”, a partir de un incremento de la carga impositiva sobre el sector minero.
A su entender, el escenario actual continúa signado “por la incertidumbre”, acentuada por las turbulencias internas en el distrito patagónico. “Hoy la exploración está casi parada”. “Es necesario volver a ofrecer señales claras acerca de cuáles son los objetivos concretos” de la industria minera argentina.
Críticas
Palmés cuestionó la sanción del Impuesto Inmobiliario Minero, que gravó el 1% de las reservas minables de cada compañía minera. La norma, aprobada en junio, fue reglamentada en septiembre, pero despertó muchas críticas por parte de las empresas.
“Es una norma que perjudica al sector, que desincentiva la inversión, porque las empresas que incorporen nuevas reservas deberán pagar más impuestos, todo un contrasentido”, señaló el directivo.
Cerro Vanguardia, el principal productor metalífero de Santa Cruz, extraerá este año 255.000 onzas de oro equivalente, un 9% más que el año pasado (236.000 onzas). Se trata del segundo récord histórico de producción del proyecto, 15 años después de la apertura de explotación del
reservorio de oro y plata.
“En 2008 estábamos cerca de cumplir con la vida útil del proyecto, pero gracias a la exploración logramos extender la explotación hasta 2022”, destacó el presidente de la minera, que tiene a Fomicruz, la empresa provincial, como socio minoritario, con el 7,5% de las acciones. ›|‹
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Menos exploración
El Macizo del Deseado, la región donde se concentran las tres minas en producción de Santa Cruz, es rico en metales, pero sus yacimientos se caracterizan por producir, fundamentalmente, plata.
Apretadas por la erosión de la rentabilidad a raíz de la caída de los precios, las mineras se concentrarán en la producción de los yacimientos. Apuntan a defender la estructura de costos de las minas operativas. Reducirán su capex durante 2014 y aplicarán fuertes planes de ajuste para cuidar la caja. Así lo admitió un alto directivo del sector, que aceptó que por la baja de los precios debió retraer un 50% la inversión destinada a exploración y un 40% los desembolsos para proyectos “de avance”, que apuntan a certificar nuevas reservas probadas de metales.