Un informe elaborado por la ONG Oikos plantea diversas consideraciones respecto al Proyecto San Jorge en Mendoza, que propone la explotación de una mina de oro y cobre en la cordillera. El documento destaca aspectos relacionados con los estudios ambientales, el uso de sustancias potencialmente peligrosas y la evaluación de impactos sobre los recursos hídricos y el ecosistema, aportando información relevante al debate sobre su posible aprobación.
Un documento presentado por la ONG Oikos al Consejo Ambiental de Mendoza cuestiona algunos aspectos relacionados con el Proyecto San Jorge, una iniciativa minera que propone la explotación de oro y cobre en la cordillera mendocina. La presentación destaca consideraciones sobre los estudios ambientales, el uso de sustancias químicas y los impactos potenciales en los recursos hídricos y ecosistemas, aportando elementos para el análisis de su viabilidad y seguridad.
El informe, al que tuvo acceso ElEditor Mendoza, señala que la planificación de la mina contempla la utilización del arroyo El Tigre para abastecerse de agua, estimada en 141 litros por segundo. Sin embargo, indica que las estimaciones oficiales se basaron en registros de hace más de una década (2008 y 2010), sin considerar las condiciones recientes de sequías extremas o fenómenos climáticos como El Niño y La Niña, lo que podría influir en la disponibilidad hídrica. Además, el balance hídrico presentado prevé una reducción del 45% en el caudal, sin un análisis exhaustivo de los impactos acumulativos en la zona.
El informe también cuestiona la calidad y cobertura de los estudios ambientales realizados, señalando que los monitoreos de calidad del aire y del agua se limitaron a pocas campañas y puntos de muestreo, sin modelar la dispersión de contaminantes. Se menciona que en algunos puntos monitoreados se superaron los límites legales de ciertos contaminantes, sin que se hayan establecido medidas correctivas.
En relación a la biodiversidad, el análisis indica que los relevamientos de flora y fauna se basaron en antecedentes dispersos y sin una metodología uniforme, lo que dificulta la evaluación precisa de los posibles impactos sobre los ecosistemas. También se señala que la evaluación del riesgo de formación de drenaje ácido no incluyó ensayos cinéticos, necesarios para estimar su potencial desarrollo.
Un aspecto relevante del informe es el uso de sustancias químicas peligrosas, especialmente el xantato de sodio, empleado en procesos de flotación mineral. La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo advierte que esta sustancia comparte características tóxicas con el cianuro, prohibido en Mendoza por su peligrosidad. La Ley 7722, que protege el ambiente, prohíbe expresamente su uso en minería, pero el informe indica que el proyecto no ha presentado estudios específicos de riesgo ni medidas para mitigar posibles contaminaciones.
Asimismo, el documento alerta sobre la falta de análisis de escenarios críticos y modelos que permitan prever la migración de contaminantes en casos de fallas estructurales o lluvias extremas. La ausencia de medidas de contención adecuadas, como la impermeabilización de depósitos de residuos, aumenta los riesgos de contaminación del agua y del suelo.
En el aspecto económico, el informe señala que el proyecto carece de garantías financieras y seguros adecuados para responder a eventuales contingencias ambientales, además de no contar con estudios que evalúen el impacto en el ordenamiento territorial y en los recursos locales.
En conclusión, el informe de Oikos plantea que el Proyecto San Jorge presenta algunas limitaciones en sus aspectos técnicos y metodológicos, y recomienda que se lleven adelante evaluaciones rigurosas, participativas y transparentes antes de avanzar en su aprobación, considerando la protección de los ecosistemas y las comunidades de la región.


Comentarios: