El régimen de Daniel Ortega concede a Thomas Metal S.A. una licencia para explotar 47.410 hectáreas en la región sur de Nicaragua, en una política de apertura a inversiones mineras procedentes de China que ya suma más de 250.000 hectáreas en permisos otorgados en los últimos dos años.
El régimen de Nicaragua ha otorgado una nueva licencia de explotación minera a la empresa china Thomas Metal S.A., reforzando la presencia de capital chino en el sector extractivo del país centroamericano. La resolución, publicada este martes en el diario oficial La Gaceta, concede derechos sobre un área de 47.410 hectáreas en la región sur caribeña, específicamente en la zona conocida como ‘La Mónica’, ubicada entre los municipios de El Castillo (Río San Juan) y Bluefields (Región Autónoma de la Costa Caribe Sur).
Este territorio, que supera en tamaño la superficie de varios países insulares del Caribe, permite a Thomas Metal explotar minerales metálicos y no metálicos durante un período de 25 años, aunque no se precisaron los tipos de minerales incluidos en la concesión. La compañía, registrada en Managua y representada por Xiangming Gu, un ciudadano chino con residencia en Nicaragua, continúa la tendencia de apertura del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo hacia las inversiones mineras provenientes de China, que se fortaleció desde 2021 tras el establecimiento de relaciones diplomáticas con Beijing.
Medios nicaragüenses en el exilio informan que al menos cinco empresas chinas ya están operando en el sector aurífero del país. Además, en las últimas semanas, Xinxin Linze Mineria Group S.A. transfirió derechos de explotación sobre 10.592 hectáreas en Chontales y Nueva Segovia a Linze Excelente Minera, y recibió autorización para explotar otras 14.869 hectáreas en León y la Región Autónoma del Caribe Sur.
En total, en los últimos dos años, el régimen sandinista ha concedido más de 20 permisos mineros a empresas vinculadas a capital chino, sumando más de 250.000 hectáreas destinadas a exploración y extracción de minerales. Este proceso refleja una estrategia de fortalecimiento de la presencia china en el sector minero nicaragüense, con impacto en la economía y el medio ambiente del país.


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