La ola de frío que recorre el país desde la semana pasada puso de rodillas el suministro de gas como hacía tiempo no ocurría.
Para resguardar el abastecimiento en hogares, el Gobierno dispuso la aplicación de cortes en estaciones de servicio de GNC en distintas provincias, una decisión poco frecuente debido al alto costo social que implica.
La última vez que la falta de gas había llegado hasta los automovilistas había sido en 2013. Al igual que en aquella ocasión, esta vez el Gobierno prefirió interrumpir el suministro lejos de los mayores centros urbanos y mantener el servicio habitual en el conurbano bonaerense y en la Capital Federal, donde hasta el momento no hubo cortes.
Ayer, las tres estaciones de GNC de Bariloche mantuvieron sus mangueras cruzadas casi todo el día, desde la primera mañana.
Fuentes del sector privado al tanto de la operación del sistema explicaron a La Nación que las restricciones se debieron a dos motivos. Por un lado, las tareas de mantenimiento que se hacen en la planta compresora de Gobernador Costa, en Chubut, y las bajas temperaturas de esa ciudad turística. Las restricciones podrían continuar hoy, según lo que dicte el clima.
La serie de restricciones al gas natural para vehículos había comenzado el viernes, en La Pampa. Luego hubo cortes de GNC que proliferaron durante el fin de semana en otras provincias, como Jujuy, Salta, Córdoba y la zona de Cuyo.
En Mar del Plata, Camuzzi, la empresa concesionaria del servicio, les ordenó suspender las ventas a las 50 bocas de expendio de esa ciudad a las 14 horas.