La misión argentina en Londres busca fortalecer vínculos y atraer capital al sector minero del país, con énfasis en litio, cobre, oro y uranio.
Argentina desembarcó en Londres para potenciar su agenda minera internacional, en un momento clave para atraer inversiones y fortalecer su presencia en el mercado global. La misión, organizada por la Cámara de Comercio Argentino-Británica (BritCham Argentina), la Embajada Británica en Buenos Aires y la Embajada Argentina en Londres, incluyó una jornada dedicada a nuestro país, donde el principal funcionario del sector minero, Luis Lucero, presentó un diagnóstico del estado actual y las perspectivas futuras del sector en Argentina.
Durante su exposición, Lucero destacó el crecimiento exponencial en la producción de litio, especialmente en las regiones del Noroeste, donde en los últimos diez meses se activaron cuatro nuevas operaciones en Salta y Catamarca. Argentina aspira a alcanzar una capacidad de aproximadamente 700.000 toneladas de carbonato de litio en unos siete u ocho años, consolidándose como el cuarto productor mundial, detrás de Australia, China y Chile. Además, resaltó los avances en tecnologías de extracción directa, que reducen el impacto ambiental.
En cuanto al cobre, San Juan emerge como un centro estratégico, con proyectos de gran escala como Vicuña, que podrían situarse entre los 10 mayores del mundo. La provincia alberga seis de los proyectos más importantes en Sudamérica y en el país, lo que proyecta un futuro prometedor para la riqueza del oeste argentino a partir de la explotación de este recurso.
En el ámbito de oro y plata, Argentina mantiene una tradición de más de 25 años en operaciones en Patagonia, con nuevas minas de oro en Río Negro y Santa Cruz, donde la actividad continúa robusta. El país también posee recursos de uranio, con potencial para ampliar su explotación.
Una de las cifras más relevantes fue que aproximadamente el 60% del potencial minero del país sigue sin explorar, lo que abre amplias oportunidades para futuras inversiones. La presencia de grandes empresas internacionales en Argentina ha regresado, enviando una señal clara de estabilidad y confianza en el sector, que además genera empleo y contribuye a diversificar la economía más allá de la agricultura, que en Argentina suele tener un ciclo más corto.
El acuerdo político alcanzado en torno al Régimen de Incentivos a la Minería (RIGI) representa un avance significativo, pues evidencia que la minería argentina está consolidándose como una política de Estado, con apoyo transversal en el Congreso y con la intención de superar obstáculos burocráticos para facilitar las inversiones.
La delegación argentina en Londres, compuesta por funcionarios, empresarios y referentes institucionales, participó en foros internacionales como el LME Metals Seminar y el ICMM Responsible Mining Forum, consolidando la visión del país como un actor emergente en el escenario minero global.
Con estos avances, Argentina busca posicionarse como un destino estratégico para la inversión minera, apostando a un sector que, según sus responsables, tendrá un protagonismo creciente en los próximos años.


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