Por un negocio de $ 7.000 millones se rompe la unidad entre los proveedores mineros

Las cámaras del interior, con el respaldo de Débora Giorgi, fundaron Ofecasemi, que nuclea a empresas de servicio de las provincias mineras. Están enfrentados con Casemi Buenos Aires, apadrinada por el secretario de Minería, Jorge Mayoral.

La creación de la Organización Federal de Cámaras de Servicios Mineros (Ofecasemi), fundada en Jujuy a principios de noviembre para dar voz y cobertura gremial a las cámara mineras del interior del país, dejó de manifiesto una interna en el sector de proveedores que se viene cocinando desde hace tiempo y el mes pasado terminó por provocar un cisma entre los representantes provinciales y los que pretenden manejar el negocio desde Buenos Aires. Una versión demodé de la histórica –y múltiples veces repetida– disputa entre unitarios y federales.

En la práctica, la Ofecasemi nació como un desprendimiento de la entidad madre, Casemi, en discrepancia con los nuevos lineamientos de esa organización, que instaló su mesa directiva –liderada por Fabrizio Benedetti, Marcos Montefiore y Axel Arancibia– en Buenos Aires para desarrollar una estrategia de negocios a nivel nacional. Muchas cámaras de proveedores del interior –como las de San Juan, Mendoza, Salta, Catamarca, La Rioja y Santa Cruz– interpretaron esa movida como una limitante a sus oportunidades de expansión y participación en los proyectos mineros.

“Sobre todo porque, si bien nos invitaron a participar, la Comisión Directiva de Casemi ya estaba formada. Sólo funcionaríamos como socios adherentes sin derecho a voto”, cuestionó Rubén Gutiérrez, presidente de Ofecasemi, en diálogo con El Inversor Energético & Minero. Desde Casemi Buenos Aires criticaron el divisionismo de los directivos provinciales y achacaron para sí la representatividad del segmento de servicios mineros, un negocio que creció exponencialmente en los últimos años de la mano de la construcción de grandes emprendimientos mineros como Pascua Lama (Barrick) y Potasio Río Colorado (Vale).

De fondo se mueven cifras millonarias. Barrick desembolsó el año pasado $ 4.363 millones en contratos de servicios con empresas argentinas. En 2012 invirtió una cifra similar y el año que viene colocará un total de $ 9.300 millones en la Argentina, de los cuales gran parte se destinarán a proveedores locales. Las erogaciones en materia de servicios de la brasileña Vale –que invertirá más de $ 30.000 millones para explotar un yacimiento de potasio en Mendoza– rondarán este año los $ 2.000 millones, en tanto que la canadiense Goldcorp, que está construyendo el proyecto de oro Cerro Negro, contratará empresas locales por alrededor de $ 1.000 millones.

En el plano político, la Ofecasemi se alineó, rápidamente, bajo el ala de la Ofemi, la organización de provincias mineras, que nació a principios de este año con el liderazgo del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y del salteño Juan Manuel Urtubey.

Pugnas en juego

“Las cámaras del interior, que nos registramos bajo los lineamientos de la Ofemi, sentimos que era necesario para impulsar el desarrollo de los proveedores locales de las provincias mineras”, destacó Gutiérrez. Desde Casemi, en cambio, reconocen el liderazgo natural de la Secretaría de Minería, que dirige Jorge Mayoral. El sanjuanino trató, de hecho, de acercar las posiciones hasta último momento, sin resultados positivos.

La pelea retórica, que esconde una importante base económica, gira en torno a embanderarse tras el objetivo de la sustitución de importaciones, la consigna que instaló el Gobierno nacional a fin de reducir la salida de divisas y la ampliación de las industrias nacionales.

“Apuntamos a alcanzar un 85% de compra nacional (de los proyectos mineros). Para eso, debemos impulsar la industrialización de las provincias”, señaló el titular de Ofecasemi. En esa dirección, la Casa Rosada implementó la Mesa de Homologaciones Mineras, a fin de incentivar el reemplazo de importaciones mineras. La iniciativa, sin embargo, agudizó una disputa puertas adentro del Gobierno entre Mayoral y la ministra de Industria, Débora Giorgi, que rápidamente entendió que, por su magnitud económica, la minería puede funcionar como plataforma política.

Por eso, instruyó a la Secretaría de Industria y al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) a dar asesoramiento y respaldo técnico a las empresas nucleadas en la Ofecasemi.

“Estamos trabajando con el INTI, con la Secretaría de Industria y con distintas universidades para avanzar en la innovación tecnológica y modernizar la oferta de productos y servicios industriales”, sostuvo Gutiérrez. La ministra empezó, a su vez, a generar convocatorias a las empresas proveedoras, iniciativa que cayó pésimo en el seno de la cartera que lidera Mayoral, que reclama para sí la representatividad y legitimidad de la Mesa de Homologaciones.

El secretario así lo hizo saber a varias empresas mineras. “La coyuntura es complicada. Porque si asistimos a los encuentros que organiza Giorgi, la Secretaría de Minería critica nuestra participación”, explicó un encumbrado directivo del sector, que pidió la reserva de su nombre. “Sería lógico que disipen esas diferencias puertas adentro, porque es difícil para las empresas quedar en el medio de ese forcejeo”, añadió.

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