Según la Subsecretaría de Energía, Minería e Hidrocarburos, perteneciente al Ministerio de Energía y Recursos Naturales, en 2018 la actividad minera de Neuquén creció un 36% en comparación con el 2017, luego de alcanzar un total de 3.146.089 toneladas. El año pasado llegó a valores por 784,3 millones de pesos, un 40% más en relación al anterior, que llegó a 560,1 millones de pesos.
La industria hidrocarburífera y la producción de minerales de la provincia crecen en conjunto. En el mismo periodo, las fuentes de trabajo registraron un crecimiento del 23%, con un total de 10.926 puestos de trabajo en 2018. El empleo directo se aumentó en 1.821 puestos, medido por parámetros como operaciones de extracción en yacimientos, el transporte y el beneficio industrial. Además, los empleos indirectos llegaron a los 9.105, un 25% más que en 2017.
El 56% de la producción total fue cubierto por las rocas de aplicación, como los áridos, la piedra laja, pirofilita, puzolana, toba y travertinos. El 44% restante lo abarcó la producción de minerales no metalíferos, como la baritina, arcilla, asfaltita, bentonita, caliza, dolomita, halita y el yeso.
Desde hace casi 40 años este tipo de minería sostiene la actividad de manera ininterrumpida, permitiendo controlarla mediante la Dirección Provincial de Minería y las Subsecretarías de Medio Ambiente y Recursos Hídricos.