Matías Kulfas: «Queremos romper la lógica de especulación con inversiones que mejoren la eficiencia productiva”

El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación planteó los desafíos de una nueva agenda para impulsar la economía. Un punto clave será el tratamiento inclusivo de los recursos naturales, con cadenas productivas y tecnológicas integradas por pymes sustentables.

«Fue un modelo económico que priorizó la especulación financiera y un falso concepto de eficiencia. Queremos romper esa lógica y apostamos a generar inversiones que mejoren la eficiencia productiva», resaltó ayer el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, uno de los funcionarios claves del gabinete de Alberto Fernández. De visita en el Chaco para acompañar actividades del gobierno provincial que incluyeron recorridas a industrias que integran cadenas productivas fundamentales, consideró “central pensar el país en torno a redes productivas”.

«Tenemos que hacer que el salario le gane a la inflación, con una inflación más baja”, expuso el ministro Kulfas al hablar de dos variables claves de la política de reactivación.

Como ministro, Chaco fue la primera provincia que visitó desde que asumió, aunque conoce bien este territorio porque llegó aquí en su época de subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa (entre 2006 y 2007).

En la sede que la Unión Industrial del Chaco (UICh) tiene en el Parque Industrial de Puerto Tirol, Kulfas recibió a NORTE antes del lunch que compartió como actividad final junto a empresarios chaqueños. Las medidas coyunturales y los planes estructurales para impulsar la producción y la economía; los salarios y la inflación; y la situación de la empresa Vicentín fueron algunos temas con definiciones de fondo.

NORTE: ¿Qué impresión se lleva de las recorridas por industrias chaqueñas?

Kulfas: Una buena impresión porque, por un lado hay inversiones en Chaco en empresas que, como Santana, no están al máximo de su capacidad, pero pensamos que es posible en el marco de la recuperación económica darles impulso. Y en Unitán vimos algo interesante con un nuevo emprendimiento que han instalado para producir energía a través de la biomasa. Son dos ejemplos bien concretos del potencial productivo que tiene Chaco y de la posibilidad de generar cadenas productivas. Fue interesante ver en el acto de la mañana la posibilidad de generar lineamientos sobre inversiones potenciadas en créditos con desgravación impositiva, en un contexto muy difícil. Estos son los elementos que dan fuerza para poder pensar en una reactivación económica en el Chaco y en Argentina.

-Mencionó un aspecto clave que es la capacidad ociosa que tienen empresas textiles como Santana. ¿Qué acciones proyectan para la recuperación de estos sectores?

-Venimos de un gobierno que tuvo una actitud de mucho descuido hacia el sector manufacturero. Un gobierno que pensaba que no era relevante construir capacidades industriales, y que había mucha producción nacional que no tenía sentido que continuara, porque era mejor importar los productos finales, lo que contribuiría a bajar precios del mercado interno y a mejorar la eficiencia. Así, se produjo una apertura en algunos sectores de la economía, pero incluso los posibles mejores precios de la importación no llegaron al consumidor sino que quedaron en rentas dentro de la cadena comercial. Todo el circuito productivo en Argentina se vio perjudicado, porque fue un modelo económico altamente negativo, que priorizó la especulación financiera y un falso concepto de eficiencia, lo que achicó la capacidad productiva del país. Queremos alterar la lógica y apostamos a generar inversiones que mejoren la eficiencia productiva, lo que se logra produciendo y mejorando las prácticas productivas.

-¿Cómo se logra esto?

-El plan económico va por etapas. La primera es revertir el fuerte declino de la producción. Tenemos una macroeconomía fuertemente desordenada, que no es estable y tiene altos grados de incertidumbre, porque el anterior gobierno implementó una política monetaria muy restrictiva que ahogó la actividad económica e hizo prohibitivo el crédito, y trasladó buena parte de esa deuda al sistema impositivo. La AFIP suplantó la falta de financiamiento de los bancos, que se volvió prohibitiva por las tasas tan elevadas. Y en el sector público, el gobierno de Macri nos metió en un endeudamiento insostenible. Esto nos llevó a replantear las bases de la política económica, bajando tasas de interés y dándoles un respiro a las pymes con la moratoria que anunciamos. Una baja en las tasas de interés sobre lo que el BCRA ha avanzado decisivamente. Ayer (por el jueves) avanzó más y llegó al 48%, aunque todavía falta más. Es alta pero hay un sendero de reducción claro.

-¿Cuál sería el nivel ideal de tasas?

-Tenemos que pensar en volver a las tasas de interés, la inflación y los elementos que hacen a las expectativas alineados por debajo del 25-30%. Argentina no puede crecer con una inflación del 50-60% que hemos llegado a tener. Estamos en un sendero de convergencia a la baja, con un esquema donde buscamos alinear los incentivos en esa dirección, con Precios Cuidados para dar nuevamente referencias de precios y empezar a reducir la dispersión que se genera cuando sube tanto la inflación como ocurrió el año pasado. Y otro punto, con la renegociación de la deuda para hacerla sostenible en el tiempo. Es decir, poder obtener el equilibrio financiero que permita a Argentina volver a crecer y a dar señales para que la producción se ponga en marcha, con pymes que tengan su deuda reestructurada con AFIP y tasas de interés más bajas para acceder al crédito, para poner en marcha la actividad productiva.

Menos incertidumbre

-Tomando sus palabras cuando dijo que «esta es una economía a lo Mostaza Merlo, paso a paso», llegando a los 2 meses de gestión ¿se pueden ver algunos indicadores que muestren la recuperación de algún sector de la economía?

-Los indicadores que van saliendo todavía reflejan los últimos meses del año pasado. Vemos que está bajando el nivel de elevada incertidumbre que había. En octubre-noviembre había informes de consultoras que decían que asumía el nuevo gobierno y el dólar se iba a 100-120 pesos, lo que no ocurrió. Rápidamente tomamos una serie de medidas, enviamos al Congreso la Ley de Solidaridad Social, que fue rápidamente aprobada, y mejoró el perfil fiscal y financiero del país. Ahora Diputados aprobó la Ley de Sostenibilidad de la Deuda Externa y tenemos la moratoria pyme en marcha. Son las medidas que estamos implementando para ordenar la economía. A eso llamamos fase uno. Y en la fase dos, con el ordenamiento consolidado, comenzaremos con las medidas para el desarrollo productivo, para implementar una salida hacia adelante.

-¿Cuáles son esos planes más estructurales?

-Son las líneas de financiamiento para inversión y para que las empresas se propongan reactivar su producción, abrir nuevas líneas y crear nuevos puestos de trabajo. Y los desafíos nuevos que tiene Argentina, porque es un país que hasta ahora ha hablado poco de la industria 4.0, pero no hizo nada más que unos seminarios. El mundo está discutiendo los desafíos de la digitalización, de la robotización, de cómo avanzar en estrategias productivas más eficientes, y Argentina hizo poco y nada. Hay que impulsar esa agenda rápidamente. Tenemos la agenda de los recursos naturales y ahí el planteo es salir de las ideas del extractivismo. No es minería sí, minería no. Es qué modelo de producción implementamos. Significa generar un tratamiento inclusivo de recursos naturales, con cadenas productivas y tecnológicas integradas por pymes argentinas sustentables que generen tecnología e ingeniería local. Ahí tenemos el desafío de la organización verde, del Green New Deal, que es pensar cómo establecemos nuevas prácticas productivas compatibles con las demandas del medioambiente. Tenemos que pensar en romper esas grietas o falsas antinomias. No hay actividades que contaminan sino malas prácticas. En Argentina hay 5000 basurales a cielo abierto. Eso hace que la gente viva peor, que se contamine. Transformemos todo eso en energía renovable, en residuos reciclables, en actividad industrial. Esos son los desafíos de esta nueva agenda.

-¿Hay algunas otras medidas para impulsar la economía?

-Es central pensar el país en torno a redes productivas. Significa que tenemos que capacitar a muchas pymes como proveedoras. Tenemos que trabajar con los gobiernos provinciales y con la Secretaría Pyme en transformar emprendimientos pequeños con potencial y productos, para ser proveedores de escala para el mercado de consumo masivo. ¿Cómo lo hacemos? Capacitando, detectando a los pequeños productores, vinculándolos con las grandes empresas y supermercados. Es un trabajo intenso.

Salarios e inflación

-Con respecto a los salarios y la inflación, hay sectores que perdieron 10, 20 y hasta 30%. ¿Cómo van a lograr que los asalariados dejen de perder poder adquisitivo?

-Cambiando la lógica de negociación salarial que ha sido históricamente compleja, y generando un acuerdo económico y social. En el gobierno de Macri los salarios retrocedieron muchísimo. Tenemos un mecanismo que en Argentina ha generado un alto grado de inercia inflacionaria. Esto de decir que muchas veces cuando empiezan las discusiones ya hay un piso importante por la inflación del año anterior. Estamos buscando un mecanismo de concertación con los sindicatos y sectores de la producción, con incentivos por parte del Estado, como Precios Cuidados. Vamos de a poco. Tenemos que hacer que el salario le gane a la inflación, con una inflación más baja. Estamos buscando modificar esas prácticas y creemos que la mesa del acuerdo económico y social es un paso central para modificar la lógica.

«Vicentín tiene con qué responder”

-Con respecto a la situación de la empresa Vicentín y una posible estatización ¿cuál es su visión y las posibles soluciones que evalúan?

-Estamos muy preocupados por esta situación, sobre todo porque Vicentín tiene detrás a una gran cadena de productores de varias provincias, que quedaron descalzados porque no cobraron el producto que entregaron. El riesgo es que esto se transforme en un problema generalizado que afecte a la región. Es un tema que está en cabeza del Banco Nación, que es el principal acreedor. Y apelamos al sentido de responsabilidad de la empresa, porque entendemos que tiene con qué responder y lo tiene que hacer lo antes posible. Fuente: Diario Norte

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