La apertura económica y el Brexit reactivan la minería metalífera

Prevén que la recuperación se hará visible a partir de los próximos meses

El mejoramiento de las condiciones locales para el arribo de capitales y la recuperación de los precios internacionales de los metales preciosos como consecuencia del Brexit estimulan a las mineras a volver a invertir e ilusionan a las provincias productoras.

Prácticamente desde el inicio de su gestión, el presidente Mauricio Macri y su Gabinete vienen prometiendo que la economía argentina repuntará a partir del segundo semestre del año. Según diversos analistas, dicha estimación se concretará en mayor o menor proporción según la actividad. En este escenario de “ganadores” y “perdedores”, la minería tendría un lugar asegurado dentro del primer bando.
Así lo proyecta Abeceb, que avizora una recuperación sectorial para la segunda mitad de 2016. “La industria minera mostrará un mejor desempeño en función de la quita de las retenciones, una nueva política comercial y más estabilidad”, enumeró Mariano Lamothe, gerente de análisis económico de la consultora.
Pero eso no es todo, ya que a estas positivas variables domésticas debe sumarse una paulatina recomposición de los precios internacionales de los metales preciosos, vinculada con un hecho histórico que pocos preveían: la renuncia a la Unión Europea (UE) por parte del Reino Unido.
“Como sucede con cada gran tormenta financiera, el oro está ganando atractivo como activo donde refugiar capitales”, explicó Javier Niederleytner, economista del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). No es casual, en ese sentido, que en las últimas semanas la cotización del recurso haya subido a su máximo valor desde 2008.
En este contexto, provincias con políticas explícitamente antimineras –como Mendoza y Chubut– están planteando con renovada firmeza la necesidad de reconsiderar una flexibilización de sus marcos regulatorios, mientras que otras donde la actividad estaba completamente paralizada –como Santa Cruz– han vuelto a ser sede de importantes avances exploratorios (en proyectos como La Josefina y La Valenciana de Hunt Mining, Cap Oeste-COSE de Patagonia Gold y Argenta de Fomicruz, entre otros).
De todas maneras, de cara a 2017 ninguna plaza minera del país tiene tantas ilusiones depositadas en el repunte de la minería metalífera como San Juan, donde la reactivación más esperada es –sin dudas– la de Pascua-Lama.

Expectativas sanjuaninas

El presidente de Barrick Gold, Kelvin Dushnisky, acaba de admitir públicamente que la operadora canadiense podría relanzar el coloso binacional Pascua-Lama mediante varias etapas de desarrollo.
“Una opción es construir una mina a cielo abierto más chica, con una primera mina subterránea en el lado argentino y –posteriormente– otra en el chileno. Este plan nos permitiría adelantar la construcción y puesta en marcha de la planta de refinación a fin de generar caja para financiar el resto del emprendimiento a medida que vaya desarrollándose”, detalló el número uno de Barrick.
El ministro sanjuanino de Minería, Alberto Hensel, se animó a calificar las palabras de Dushnisky como “alentadoras”. “Has-ta el momento no recibimos ninguna información oficial, pero nos reconforta saber de esta posibilidad”, aseguró.
Consultado al respecto, el presidente de la Cámara Minera de San Juan (CMSJ), Jaime Bergé, recordó que Barrick lleva invertidos unos u$s 8.500 millones en Pascua-Lama, cuya actividad fue paralizada en mayo de 2013 por un fallo de la Justicia chilena. “Retomar el proyecto suena razonable, ya que la inversión más grande está prácticamente terminada, además de que los metales se están cotizando mejor”, señaló el directivo, quien estimó que la reactivación podría demandar un lapso de entre 12 y 18 meses.

El otro gigante

Aunque por ahora tenga menos renombre, existe otro proyecto de oro y cobre que en el corto plazo podría desarrollarse de manera binacional y cambiar para bien la ecuación de la economía sanjuanina. Se trata de Constelación, cuyo potencial productivo es incluso mayor que el de Pascua-Lama.
Conformado por el yacimiento José María, en el norte de San Juan, y por Los Helados, del otro lado de la Cordillera de Los Andes, el emprendimiento está en manos de la canadiense NGEx Resources. Su desarrollo fue confirmado por la firma (que también controla el depósito polimetálico Filo del Sol), después de dar a conocer los resultados positivos de su Estudio Económico Preliminar.
Según Ricardo Martínez, presidente del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA), si bien inicialmente la explotación será de menor envergadura, con el paso del tiempo irá creciendo y autofinanciándose. “La iniciativa puede producir cobre al nivel de Alumbrera, pero durante 50 años y con una rentabilidad muy buena, con una tasa de retorno de casi un 17% sin impuestos”, cuantificó. ›|‹

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