El consumo mundial de litio se triplicará en cinco años

El incremento entre 2017 y 2022 será de 150.000 y 170.000 Tn anuales

El crecimiento previsto en la flota vehicular sustentable, compuesta por unidades equipadas con celdas de combustible, multiplicará por tres la demanda del recurso, cuya exploración y desarrollo está en pleno auge en el norte argentino.

litio

La expansión del negocio del litio está asegurada en el corto y mediano plazo. Al menos así lo prevé un informe de Sociedad Química y Minera (SQM), la principal productora del recurso a escala mundial. De acuerdo con la organización chilena, las mayores necesidades de la industria automotriz aumentarán la demanda internacional hasta unas 52.000 toneladas (Tn) de carbonato de litio equivalente este año.  Entre 2017 y 2022, en tanto, se espera un crecimiento de entre un 22% y un 28%, lo que implicará que el consumo se ubique entre las 150.000 y las 170.000 Tn anuales. Dicho de otro modo, SQM proyecta que el uso de litio se triplique en apenas un lustro. El reporte explica esta tendencia a partir del creciente empleo del mineral en la elaboración de las baterías (o celdas de combustible) que equipan a los cada vez más competitivos vehículos sustentables (híbridos o eléctricos). En ese sentido, la minera se hizo eco de las últimas medidas anunciadas por los gobiernos de Holanda y Noruega, países que dejarán de comercializar automóviles basados en el consumo de combustibles fósiles desde 2025. Francia y Reino Unido, por su parte, prohibirán las unidades convencionales a partir de 2040. Para SQM, también puede subrayarse el caso pionero de Dinamarca, que desde hace años concede fuertes incentivos a la compra de vehículos verdes. No menos relevante, por cierto, es la determinación del gobierno chino de lanzar un colosal plan de infraestructura de transporte ferroviario y automotriz con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) de la mayor potencia contaminante. Según la compañía, el incremento en la demanda mundial de litio se verá acompañado por una mayor necesidad de cobre, insumo clave para la economía chilena que también puede desempeñar un papel importante en la fabricación de autos verdes y en la ampliación de las redes de distribución eléctrica.  ›|‹

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