De urgencia, el Gobierno financia la reparación de eléctricas bonaerenses para abastecer la demanda del verano

Preocupa en Cammesa la alta indisponibilidad de las máquinas termoeléctricas

Tras una mala gestión, la generadora de la Costa Atlántica perdió por un desperfecto un 50% de su potencia instalada. Cammesa está financiando la reparación de 80 Mw en la central Mar del Plata.

La puesta a punto del sector eléctrico de la costa bonaerense –con vistas a cubrir el crecimiento de la demanda en el verano– involucra una historia compleja que incluye desde la reparación a contrarreloj de equipos de generación de Centrales de la Costa Atlántica con fondos del Gobierno nacional hasta un zaga de reemplazos gerenciales y heridos políticos como resultado de la batalla interna entre sciolistas y massistas por el control de la provincia de Buenos Aires.
Hasta agosto, la presidencia de Centrales de la Costa –la empresa encargada de producir electricidad en la región, con plantas en Mar del Plata, Necochea, Mar de Ajó y General Madariaga– estuvo a cargo de Tomás Hogan, ex intendente de General Alvarado (es oriundo de Miramar) y hombre de confianza de Daniel Scioli. Sin embargo, un compendio de severos errores en el mantenimiento técnico de las centrales térmicas y la candidatura a diputado provincial de Patricio Hogan, hijo de Tomás, en las filas del Frente Renovador motivaron la salida del viejo dirigente peronista de la compañía eléctrica.
Su gestión no es bien recordada en la industria. Su alineamiento obtuso con el pedido del Gobierno de sustituir importaciones le terminaron costando caro a la empresa. Hogan mandó a construir a una fundición de Tandil un álabe de una turbina de generación que estaba averiada. En pos de abaratar la operación, no escuchó las recomendaciones de ingenieros y ordenó probar la pieza construida en el taller tandilense sin certificar las homologaciones técnicas necesarias. El resultado fue catastrófico: dos turbinas de la central de Mar del Plata quedaron inutilizables.
Scioli se vio obligado a soltarle la mano y en septiembre asumió un nuevo management –esta vez, conformado por técnicos– en Centrales de la Costa, cuya propiedad es estatal (pertenece a la provincia de Buenos Aires). La nueva gerencia tiene un objetivo claro: recuperar el estado del deteriorado parque térmico. El gobernador consiguió financiamiento de Nación para reparar algunas máquinas. En esa dirección, Cammesa, la administradora del mercado eléctrico, le otorgó por pedido de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, a cargo de Luis Beuret, un préstamo de $ 32 millones.
La demanda de energía en la Costa Atlántica se dispara en enero con la llegada más de 3 millones de veraneantes. Para evitar cortes en el suministro, la empresa eléctrica apuesta a recuperar un 75% de la potencia instalada en sus cuatro plantas, que suman en total 510 megawatts (Mw). Hoy está en condiciones de producir un 50%. “Los próximos dos meses serán claves para poner en marcha las dos turbinas que están complicadas. Creemos que van a llegar con lo justo para enero”, admitieron a El Inversor Energético & Minero desde Cammesa.

Indisponibilidad térmica

Preocupado por la escasez de potencia de cara a cubrir el crecimiento de la demanda en el verano, el Gobierno empezó en julio a financiar –vía Cammesa– a generadores que posean equipos fuera de servicio por cuestiones técnicas. Se apunta, fundamentalmente, a reparar turbinas de vapor. “La indisponibilidad sigue representando un porcentaje elevado del parque termoeléctrico, superior al 25% del parque instalado”, explicó un directivo de Cammesa.
No es una cifra menor. La potencia instalada en el país supera los 28.000 Mw, de los cuales –agregó– alrededor de 5.500 Mw hoy están parados por roturas o falta de mantenimiento. “Construir una central nueva requiere una inversión de u$s 1.000 por cada kilowatt (Kw) instalado. En cambio, para recuperar una máquina indisponible es necesario de-sembolsar entre u$s 150 y 250, una cuarta parte”, precisó otro técnico de Cammesa.
El gran obstáculo sigue siendo la ausencia de financiamiento. Por la precariedad de sus balances, erosionados por la decisión del Gobierno de mantener precios bajos de la energía, a las generadoras –entre las que se destacan Endesa Costanera, Central Puerto, AES, Albanesi, Pampa Energía, Petrobras Energía y Pluspetrol Energy– se les complica conseguir respaldo crediticio para encarar obras de reparación, mantenimiento y ampliación de sus centrales. ›|‹

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