Central Resources, cerca de quedarse con los yacimientos de Chevron en Río Negro

La operación se concretaría por menos de u$s 100 millones

La petrolera independiente con sede en Denver firmó un MOU con Chevron para negociar la compra de tres áreas en la cuenca Neuquina. La gobernación rionegrina ya está al tanto de las tratativas.

Chevron

Chevron Argentina, el sexto productor de crudo del mercado local, está reduciendo su presencia en la Argentina. La subsidiaria local de la compañía norteamericana lleva adelante un proceso de venta de tres áreas petroleras en la cuenca Neuquina que aportan un 20% de su producción total. Se trata de los campos Estancia Vieja-Puesto Flores, La Yesera y Loma Negra, que están ubicados en la provincia de Río Negro y producen, en conjunto, alrededor de 500 metros cúbicos diarios (m3/d) de crudo, según datos del IAPG.
En esa dirección, Chevron Argentina firmó un Memorando de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) con Central International Corporation, subsidiaria de Central Resources, una petrolera independiente con casa matriz en Denver, para negociar la adquisición de esos campos. Así lo confirmaron a El Inversor Energético & Minero fuentes de la gobernación de Río Negro, que ya fue informada de las negociaciones.
La decisión de Chevron –uno de las grandes major de la industria hidrocarburífera global– se explica fundamentalmente por el tamaño y nivel de madurez de los bloques en cuestión. Son campos secundarios con una pequeña producción que quedan fuera de escala para una compañía del tamaño de Chevron, cuya prioridad es sumar nuevas reservas de petróleo y gas para defender el valor de su acción.
“Por una cuestión de escala, el objetivo central de Chevron no es operar campos marginales, sino explotar grandes yacimientos. Es natural que se desprenda de este tipo de áreas que ya quedaron fuera de su radar”, explicó un ejecutivo del sector que sigue de cerca las tratativas. Sin embargo, ese tipo de bloques secundarios y maduros sí son del interés de compañías independientes y pequeñas, que concentran su energía y sus recursos en desarrollar de la manera más eficiente posible el potencial remanente de esa clase de campos.
La norteamericana Central International Corporation (CIC) es una petrolera independiente que en el país produce cerca de 200 metros cúbicos diarios (m3/d) de crudo, la mayoría proveniente del área Catril Oeste, ubicada en la cuenca Neuquina, desde donde extrae 130 m3/d, según datos del IAPG.
El 80% de la producción de crudo de los campos que está vendiendo Chevron proviene del área Estancia Vieja-Puesto Flores, que cuenta con oferta de 390 m3/d del hidrocarburo. La concesión es 100% de la empresa norteamericana, aunque posee una particularidad: vence en 2017 y todavía no fue prorrogada por la gobernación de Río Negro, a cargo de Alberto Weretilneck.

First refusal

El año pasado la provincia exigió un bono de prórroga de u$s 25 millones para extender el plazo de concesión por 10 años. Chevron ofreció u$s 3 millones y el diálogo entre las partes finalizó. De los bloques restantes –La Yesera y Loma Negra–, la petrolera norteamericana posee un porcentaje minoritario que oscila entre un 18 y un 33%. Está asociada con YPF y con Petrolera San Jorge.
“Lo primero que deberá hacer la empresa que adquiera los activos será sentarse con las autoridades provinciales para definir la extensión de los contratos de explotación”, comentaron las fuentes consultadas. Se estima que el valor de las áreas de Chevron oscila entre los u$s 60 y 90 millones. Entre los interesados figuran empresas norteamericanas y otras de origen nacional. Hay otra particularidad: la gobernación de Río Negro tiene a su favor una cláusula de first refusal (creada por un decreto aprobado el año pasado), que le otorga a la provincia la posibilidad de empardar la mejor oferta recibida por Chevron. En la industria cuestionan la validez legal de esa norma.
En los últimos meses, y en el marco de una estrategia global para enfrentar la crisis de la industria generada por el derrumbe del precio del petróleo, Chevron puso en marcha un plan de reestructuración de los yacimientos convencionales que opera en la cuenca Neuquina. Además de los campos que está desinvirtiendo, la petrolera explota El Trapial, un reservorio maduro que llegó a ser, a principios de la década pasada, el segundo mayor yacimiento de petróleo del país. La empresa no tiene decidido desprenderse de ese campo, que hoy se encuentra en franco declino por una cuestión de madurez natural. A raíz de eso, la compañía abrió un programa de retiro voluntario para reducir su planta de personal en la cuenca Neuquina.
En forma complementaria, la petrolera estadounidense participa de la mayor apuesta en Vaca Muerta asociada con YPF. En conjunto, llevan adelante el primer proyecto de desarrollo masivo de shale oil en Loma Campana. Sin embargo, esa iniciativa está a cargo directamente de Chevron Corporation, la casa matriz de la compañía, que lleva invertidos más de u$s 1.500 millones en el área en los últimos tres años. ›|‹

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Pocas independientes

Lamentablemente, la Argentina no logró captar el interés de compañías independientes. Más bien, todo lo contrario: a raíz de las turbulencias macroeconómicas de los últimos años –conflicto con los holdouts, defaults, cepo cambiario, inflación y problemas para importar–, buena parte de las pequeñas y medianas petroleras que operaban en el país decidieron desprenderse de sus activos. Es el caso de Gran Tierra Energía, APCO Oil & Gas y más recientemente de Roch, que tiene en venta sus yacimientos. En lugar de atraer nuevos jugadores que contribuyan a elevar la masa crítica de inversiones en el upstream, se observa una tendencia contraria hacia la reconcentración del mapa petrolero en cada vez menos manos.

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